Terapia grupal e individual

Psicología y Psicoterapia


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Educa

 

¿Para qué sirve la escuela?

            La escuela sirve para algo más que para aprender conocimientos, pues cambia a las personas, esto es trascendente para la sociedad. 

1) Cuanto más se está en el sistema educativo, más se quiere seguir en él, aprendiendo. La persona que está en el sistema educativo un periodo superior es capaz de establecer una verdadera educación para la vida. En este sentido, la escuela desarrolla la humanidad, los pueblos.

2) La educación también sirve como prevención de problemas en la vejez.  La cantidad de años que se viven y la calidad de la vida están fuertemente influidas por la cantidad de tiempo que se ha pasado en el sistema educativo. Se realizó un estudio con monjas de clausura que tenían el mismo ambiente, pero que unas participaron en el sistema educativo y otras no y se vio que vivían más y mejor las que estudiaban. Esto ocurre porque la educación provoca cambios en el SN que protege contra enfermedades de la vejez (parkinson, alzheimer, etc).

3) La educación como prevención de delincuencia. Los adultos que acaban en la cárcel por delitos, se ha comprobado que se sentían excluidos en la escuela y la abandonaron prematuramente.

4) La escuela hace libres a las personas.

La educación escolar tradicional

         La educación tradicional que se produce en el contexto de la escuela, estructurada especificamente para educar, se basa en  criterios de ejecución universalistas, que pretende la relación del niño con la materia, no con el profesor. Lo importante pasa a ser lo que se enseña, pero no quién lo enseña, las personas son, en cierta medida, irrelevantes en el proceso.  Se separa lo emocional de lo racional. Una de sus características más relevantes es que el aprendizaje se encuentra separado del contexto de la acción socialmente relevante y se convierte en un acto en sí mismo, se inserta en un contexto formal de lenguaje y actividad simbólica. (Los niños piensan que leer sólo sirve para la escuela, pero fuera de ella no sirve para nada  porque se ha separado el contexto de la acción).  

         Para los niños cuyos padres han ido a la escuela, es más fácil aprender porque para ellos la escuela es moderadamente discrepante con su educación en la vida familiar, es decir existen diferencias, pero pocas. Lo ideal para el desarrollo cognitivo es la discrepancia moderada. En el caso de los niños de ambientes culturales desfavorecidos (que no han ido sus padres a la escuela) y que, por lo tanto, la discrepancia es enorme, es imprescindible reducir esta discrepancia.

¿Cómo acercar la vida escolar a la vida familiar?

         Hay dos opciones:

  • Acercar la cultura desfavorecida a la cultura escolar (implicación de padres, familias...)
  • Acercar la escuela a la cultura de fuera

         Actualmente el fracaso escolar no sólo se concentra en los contextos desfavorecidos, el abismo que existe entre la escuela y la sociedad marca una discrepancia importante entre ambos contextos (sociedad – escuela) lo que supone una dificultad en el aprendizaje escolar.

        El análisis de la discrepancia entre escuela-sociedad es imprescindible para entender qué ocurre y solucionar el problema:

         - Habría que incrementar en las escuelas el impacto emocional de la actividad (que no sean tan frías), hacerlas más significativas e insertarlas en contextos sociales más relevantes (incorporar nuevas tecnologías, cine...)

        - La aproximación entre escuela y sociedad puede lograrse a través del modelo basado en psicología de la actividad de Vigotsky descrito por Newman y cols (1991), que consiste en que el experto comparta con el novato una tarea completa y que en el transcurso de esa tarea el experto trate de dar significado a la conducta del novato haciéndole participar en la medida de sus posibilidades. Así va a conseguirse que: el novato adquiera las habilidades que la tarea requiere y que se identifique con su objetivo, que entienda el sentido de la tarea.

         Los métodos tradicionales de enseñanza dividen las tareas complejas en partes (como en la lectura) y aquí el novato tarda mucho en entender el significado de la tarea (casi hasta que no acaba el aprendizaje no lo entiende).

         En el modelo de tareas completas de Vigotsky se exige que el experto monte un andamio y que el experto se apropie de la conducta del novato dándole un significado por encima del que suele tener y esto favorece que el novato se apropie del significado que el experto da a esa situación. Esto puede ser utilizado en todas las edades y en todos los niveles educativos con importantes resultados.

         Con los métodos de tareas parciales, como hay muchos novatos que no entienden el sentido de la tarea, parecen más torpes y su competencia suele ser infravalorada por el experto, al revés de lo que ocurre en tareas completas.

          A pesar de que la escuela tiene problemas que hay que solucionar (por ejemplo mediante tareas completas), sin embargo, esta escuela proporciona una oportunidad psicológica para tomar distancia de la realidad e imaginar otras posibilidades y, por tanto, para transformar la realidad. Esta cualidad que la  escuela ejerce sobre las personas,  puede darse a cualquier edad. Para seguir construyendo operaciones cognitivas y transformar la realidad puede ser necesario el distanciamiento de la realidad que permite la actividad académica.

        El objetivo de la educación es: “transmitir a las nuevas generaciones el bagaje acumulado por las anteriores, por la humanidad, para que estas nuevas generaciones puedan apropiarse de este bagaje, hacerlo suyo y seguir construyéndolo, transformándolo, hacerlo mejor, no se trata pues de una mera reproducción”.

        Para comprender cómo hay que adaptar la educación a una nueva situación conviene tener en cuenta cómo se definieron la escuela y la familia, a partir de la Revolución Industrial. Los dos contextos educativos básicos, a partir de ese momento histórico se caracterizan por una función estanco aislada del mundo exterior, y protagonizadas en ambos casos por una potente jerarquización de las relaciones que en las dos estructuras se establecían.

        La familia nuclear por un lado, se aisló de la familia grupal formada anteriormente, especializándose en el nuevo contexto de familia, en el cuidado de los hijos e hijas, en torno a la figura principal cuidadora, la madre, reducida al mundo privado familiar en el que sucedía su vida, y potentemente jerarquizada en torno a la autoridad paterna. Esta estructura familiar cada vez más en desuso, es cada vez más incompatible con la educación de calidad que hoy en el siglo XXI, se pretende obtener en cooperación con el mundo exterior, con un suficiente control sobre las propias vidas, que les permita estar psicológicamente preparadas para asumir de forma conjunta y en cooperación con el mundo exterior la responsabilidad adulta de educar, y comprender los cambios que se han producido en las últimas décadas  y que deben afrontar,  para poder facilitarles  esa adaptación a sus hijo/as.

        Por otro lado la escuela tradicional (también a partir de la Revolución Industrial), fue extendida a una población más amplia, estructurada en torno a la homogeneidad, e igual que en la familia fuertemente jerarquizada alrededor de una autoridad absoluta, en este caso el profesor, en función del cual se intenta transmitir las expectativas asociadas al papel del alumno (sumisión, obediencia…), por las que el profesor debía lograr que los alumnos, estuvieran quietos y callados, en un contexto monótono, en una relación de fuerte subordinación, y sin poder discutir, y a veces ni siquiera comprender, los criterios por los que eran evaluados.  Los alumnos que no encajaban con lo que se esperaba de ellos quedaban prácticamente excluidos. 

  Este modelo de educación no encaja con los cambios surgidos en la sociedad actual, donde impera la diversidad, las relaciones interculturales, la tolerancia, diferentes modelos de familia, la construcción de la igualdad de derechos, la revolución tecnológica, etc. etc.  Las crecientes dificultades que el profesorado describe en los últimos años, especialmente en el nivel de Educación Secundaria Obligatoria y en relación con la convivencia, refleja la necesidad de adaptar este contexto a las exigencias de la sociedad actual.

La propuesta es la educación intercultural (como un medio necesario para el respeto a los derechos humanos) y el aprendizaje cooperativo, que  permite  adaptar los papeles del profesorado y del alumnado a las características de la sociedad actual y los retos escolares