Terapia grupal e individual

Psicología y Psicoterapia


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Apoyo

     El apoyo positivo al lado de la salud, es lo que aporta la terapia de apoyo, es decir frustra la parte tóxica de la persona, o dentro del grupo. Devuelve lo obvio que el paciente no ve y que puede regularlo; nada se elimina totalmente, solo se regula dentro de las polaridades de un continuo que va de lo menos a lo más severo. Muchas formas de toxicidad son versiones exageradas de sentimientos y conductas consideradas normales. La línea divisoria entre lo que llamamos tóxico y saludable nunca está enteramente clara, pero hemos de atravesarla y explorarla para descubrir nuestras propias respuestas o nuestras dudas y conductas.

     Trabajamos dentro del espacio designado para ello en la consulta, empleando técnicas proyectivas como el role playing, dibujo, técnicas artísticas y trabajos de acción con el cuerpo  y las emociones, de forma que estén acordes y no en disonancia.  Con estas técnicas hacemos una exploración de las emociones, observándolas y sintiéndolas. El terapeuta hace una devolución de lo que ha visto en la sesión para ayudar a la persona a descubrir su propia existencia y pueda intimar consigo misma. 

      Aprendemos a apoyarnos a nosotros mismos, a protegernos y cuidarnos, a cubrir esa parte de nosotro/as que un día quedó desvalida o herida, seguramente en la infancia, en un momento trascedente de nuestra vida. Aprendemos a reconocernos y a aceptarnos, a responsabilizarnos de lo que somos. Encontramos en nosotros nuestras propias respuestas y pasamos del apoyo exterior a nuestro propio autoapoyo. Aprendemos a depender de nuestros propios recursos, descubriendo nuestras habilidades.

      Una vez aprendido el autoapoyo, tenemos la capacidad consciente para poder apoyar. Se ha de tener conciencia de ambas cosas. Ha de hacerse de forma equilibrada, produciéndose un dar y recibir en la misma persona, que apoya a su parte vulnerable con las armas que ha aprendido, y simultáneamente recibe de su parte emocional la satisfacción de sentirse acompañado, apoyado y cuidado.  Si no se hace de forma equilibrada y el adulto crece en función del detrimento del niño ( el niño interior que representa su parte emocional) , la persona ahoga las emociones, desconectándose de ellas y de si misma.